La cisticercosis es una infección de los tejidos causada por los quistes larvales de la tenia del cerdo Taenia solium. Los quistes pueden desarrollarse en los músculos, los ojos, el cerebro y / o la médula espinal. La cisticercosis afecta principalmente a la salud y el sustento de las comunidades rurales de los países en desarrollo de África, Asia y América Latina. En 2010, la OMS añadió la cisticercosis por T. solium a la lista de las principales enfermedades tropicales desatendidas y estableció una hoja de ruta con dos objetivos: elaborar una estrategia validada para combatir y erradicar la teniasis/cisticercosis por T. solium y ampliar las intervenciones para lograrlo en algunos países de aquí a 2020.
La infección por T. solium se produce cuando las personas consumen carne infectada de cerdo cruda o poco cocinada. Los huevos de tenia se excretan con las heces y pueden infectar a los cerdos. En el ser humano, la infección por T. solium causa pocos síntomas pero sus larvas, que se denominan cisticercos, pueden infectar los tejidos (cisticercosis humana). Así, estas larvas se pueden desarrollar en los músculos, la piel, los ojos y el sistema nervioso central. La formación de quistes en el cerebro se conoce como neurocisticercosis y puede producir cefaleas graves, ceguera, convulsiones, epilepsia y muerte. La neurocisticercosis es la causa prevenible de epilepsia más frecuente en el mundo y se calcula que, en los países donde esta parasitosis es endémica, produce el 30% de los casos.
En 2015, el grupo epidemiológico de referencia sobre la carga de enfermedades de transmisión alimentaria de la OMS señaló que T. solium es una de las principales causas de muerte por dichas enfermedades y la responsable de la pérdida de 2,8 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad. Se estima que entre 2,56 y 8,30 millones de personas en el mundo padecen neurocisticercosis, sumando los casos sintomáticos y los asintomáticos. Aunque la T.solium tiene una distribución mundial, su prevalencia ha disminuido considerablemente en los países desarrollados debido a una inspección más estricta de la carne y las buenas condiciones de higiene y saneamiento.
Investigadores de la RICET han realizado un estudio dobre la epidemiología de la hospitalización por cisticercosis en España: Clinical Cysticercosis epidemiology in Spain based on the hospital discharge database: What's new?, publicado en PLOS Neglected Tropical Diseases, en el que se han analizado los registros hospitalarios con diagnóstico de cisticercosis entre 1997 y 2014.
El estudio identifica un total de 1.912 altas hospitalarias con cisticercosis clínica. La tasa media anual de hospitalizaciones fue de 4,22/100.000 habitantes. De 1998 a 2008, se observó una tendencia creciente en el número de hospitalizaciones por cisticercosis, alcanzando un máximo en 2008 y disminuyendo constantemente después. Los diagnósticos asociados más frecuentes fueron epilepsia y convulsiones (49.5%), hidrocefalia (11.8%) y encefalitis / mielitis / meningitis (11.6%).
Según los investigadores, aunque la mayoría de los casos actuales sean importados, es necesario contar con una estrategia común para la recopilación de datos, la supervisión y la presentación de informes, para poder tener una imagen más precisa del escenario epidemiológico de la cisticercosis en España.
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