La estrongiloidiasis importada y su epidemiología

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Debido al aumento de los flujos migratorios y viajes internacionales durante las últimas décadas, la estrongiloidiasis se diagnostica cada vez más en España, así como en otras áreas no endémicas, convirtiéndose en un desafío de salud pública mundial.

La estrongiloidiasis es causada por el nematodo strongyloides stercoralis que se encuentra en el suelo. Este parásito se distribuye a nivel mundial en los trópicos y en algunas partes de los subtrópicos, aunque también se ha reportado en climas más templados, como el sur de Europa y América del Norte. Recientemente se ha estimado que 370 millones de personas están infectadas por este parásito, aunque probablemente se trate de una prevalencia  subestimada, ya que la mayoría de los estudios se centran en la detección de otros helmintos transmitidos por el suelo y las técnicas microbiológicas comúnmente usadas para diagnosticarlos tienen baja sensibilidad para s. stercoralis.

El parásito de la estrongiloidiasis tiene la capacidad única de persistir en el huésped humano durante décadas, sin necesidad de reinfección exógena. La infección por s.stercoralis es a menudo asintomática, aunque hay pacientes que pueden presentar síntomas gastrointestinales, cutáneos y respiratorios. Sin embargo, algunas condiciones inmunosupresoras en los pacientes pueden amplificar este ciclo de autoinfección y provocar presentaciones graves, como como el síndrome de hiperinfección por s. stercoralis y la estrongiloidiasis diseminada.

El objetivo de este estudio, publicado en  PLoS NTDs, fue describir las características epidemiológicas, clínicas y microbiológicas de los pacientes con estrongiloidiasis importado, así como identificar posibles factores relacionados con la carga parasitaria y el éxito del tratamiento. En total, se incluyeron 1245 casos registrados en la + REDIVI de la RICET. La mayoría de ellos eran inmigrantes (66.9%) y sudamérica fue el área de origen más frecuente. Las larvas fueron detectadas en las muestras de heces del 21,9% de los pacientes y las pruebas serológicas permitieron hacer el diagnóstico en el resto de los casos. La eosinofilia estuvo presente en el 82,2% de los casos. El tratamiento con ivermectina (en comparación con albendazol) fue un factor claramente asociado con la curación.

Dada la larga latencia de la infección y el riesgo de desarrollar una presentación grave, el cribado de la infección por s.stercoralis debería ser obligatorio en pacientes que vienen o viajaron a áreas endémicas, especialmente en aquellos pacientes inmunodepremidos.

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